¿Qué es la Inteligencia Artificial?

La I.A. o A.I. en inglés, es una disciplina que intenta replicar y desarrollar la inteligencia, junto a todos sus procesos cognitivos, a través de ordenadores, utilizando sofisticados sistemas de comprensión de problemas matemáticos, permitiendo a las máquinas, reconocer y tomar decisiones en función de los datos recopilados.

Funciona muy bien para la realización de procedimientos mecánicos, porque ayuda a la robótica y a otros elementos tecnológicos a reconocer situaciones cotidianas que un humano promedio realiza en su vida diaria, pero aplicado en otros campos, como el “Social”, pierde fuerza, porque no tiene la capacidad de identificar emociones y simplemente se basa en datos abstractos y en la eficiencia, en pocas palabras, nos sirve para la parte mecánica, pero cuando involucra a los sentimientos, puede hacer un daño terrible a la sociedad. ​​​​​​​
¿Cuál es el problema?

El debate de la moralidad y el uso correcto de esta tecnología se ha incrementado en la última década, porque las RRSS usan esta tecnología para lograr atención plena del usuario, pero sin respetar cosas tan importantes como nuestra “Intimidad”. A nivel social, esta intrusión en nuestro estilo de vida pasa desapercibida, pero las grandes marcas y en especial compañías como Facebook, ahora llamada META, han roto la delgada línea, poniendo a disposición del mejor postor, todos los datos que recauda de sus usuarios. 

Este problema se agrava con el paso del tiempo, porque no hay una regulación real de lo que está bien o mal, generando confusión y varios vacíos legales, que le permiten a estas empresas, jugar con las personas, convirtiendo cosas positivas de la comunicación digital, en serias adicciones que generan millones a la industria del entretenimiento. 
En una entrevista el gran ingeniero Steve Wozniak, precursor de la revolución tecnológica de los años 80, nos da pequeñas píncelas de su forma de pensar sobre la inteligencia artificial: 

“Puedes enseñar a Google 80.000 fotos de perros y reconocerá a un perro más rápido que ningún ser humano. Aquí está el problema. Un niño de un año sabe lo que es un perro, sabe que tiene unas extremidades, que tiene ojos que ven y que puede decidir hacia dónde va. Y Google no sabe nada, sólo reconocerlo.”

Además habla sobre los retos que deben afrontar las empresas para obtener el éxito:

“En mi opinión, buena parte del éxito de cualquier empresa se debe al deseo, a la necesidad y a la motivación. Querer es siempre más importante que saber. Si quieres hacer algo, descubrirás cómo hacerlo. Si quieres aprender, aprenderás. Incluso si abandonas los estudios.”

El mundo evoluciona y nosotros debemos hacerlo con él.

Pero no debemos dejar que la tecnología controle nuestra forma de hacer las cosas, hay que usarla como un medio para facilitar los procesos mecánicos que no aportan un valor real y que nos quitan energía vital para socializar, vivir y disfrutar del tiempo libre junto a nuestros seres queridos.

La I.A. es un vehículo que ayudará a la humanidad a crecer de forma exponencial, promoverá palancas tecnológicas que van a mejorar nuestro día a día, pero somos nosotros “Los Seres Humanos”, los que tenemos que poner el límite, no la máquina por sí misma.

Crear es un don divino, que se nos ha dado para utilizarlo en favor de un mundo mejor, entonces usemos ese don de forma correcta, respetando la ley natural: “No hagas a nadie, lo que no te gustaría que te hicieran a ti”. Entender esto, puede ser la clave entre un panorama alentador o una catástrofe humanitaria.

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